La fuga de conocimiento ocurre de múltiples maneras:

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Cuando un colaborador abandona la organización, llevándose consigo la experiencia y conocimiento, dejando un gran vacío en la empresa, que requiere muchos recursos para recuperarse.

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También cuando la comunicación al interior de la empresa es deficiente, se pierde información, generando altos niveles de improductividad debido a reprocesos y resultados incompletos.